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Cuando la química supera la realidad.
Por: Sofía Triviño.
Una de las problemáticas que nos atañe hoy en día, y que tiene en alerta a expertos, es la hiperconectividad global y la ausencia de conexión entre nosotros. Es común ver que todos estamos en el mismo plano, pero al mismo tiempo, ninguno está en paralelo del otro. Aligeramos un problema de cercanía, pero seguimos sin conectar unos entre otros.
Existen maneras para establecer conexiones que fortalecen vínculos, como lo son los sentidos, una puerta abierta de conexión con el mundo y nuestra individualidad; desde el aroma que nos regala el café recién hecho, hasta el sutil perfume de alguien que queremos, todo se entrelaza entre fragancias que liberan recuerdos y nos hacen sentir vivos. Se conoce como memoria olfativa y es la encargada de liberar recuerdos, despertar emociones y en algunos casos influir en nuestras decisiones.
Si te preguntas si hay alguna forma de llamar la atención de la persona que te gusta y no pasar desapercibido, la respuesta es sí, si existe, se llaman feromonas. Y ellas serán tu primer aliado. Entremos en contexto; las feromonas son sustancias que producimos de manera natural, estas pueden llegar a influir en el comportamiento y las emociones de quienes nos rodean, es decir, que todos, absolutamente todos, tenemos feromonas. Listo, conocemos el arma biológica, pero, ¿Cómo la usamos?
Marilyn Monroe ícono emblemático que revolucionó la década de los 60´s y que hasta hoy es un símbolo sexual conocido por sus papeles de rubia explosiva en el cine; pero también por su inmaculada belleza, nos dio la mejor arma para intensificar la atracción, el aroma. Uno de los secretos de belleza de la Blonde Bombshell era el perfume, tanto que en una de sus entrevistas dijo: “Solo duermo con unas gotas de Chanel N°5” y bueno, Marilyn no fue solamente conocida por su belleza y sensualidad, sino por su atracción.
Ella, nos dio la mejor recomendación, la fórmula para aumentar la atracción no solo es un buen perfume, es la biología en conjunto con la química, y está al alcancé de unas cuantas gotas. No puedo precisar que Marilyn usaba feromonas, pero, si estoy segura que conocía a detalle como incrementar la atracción y que eso lo ligaba con las feromonas.
No se trata de espejos mágicos y de fórmulas de juventud exactas, al fin y al cabo, es una ventaja química que supera la realidad. Y si mis argumentos no son suficientes, déjame contarte que la palabra feromona fue creada a partir de los vocablos griegos “phero” y “hormone” que a la suma se traduce como: “llevar a la excitación”. En ese orden de ideas, ¿Qué estás esperando para ir a comprar unas feromonas?