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Puertas abiertas.

Por: Sofía Triviño. 

Nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos. Se dice que el curso de la vida empieza como un círculo en el que perdurar es la clave para la existencia de la humanidad, muchos desarrollaron el vínculo del amor como la clave para estructurar una cultura, una conexión que llevara a la humanidad al destino ideal, la meta que todos quieren realizar, el esquema al que todos queremos llegar, pero qué pasa cuando queremos optar por una flexibilidad aun en el compromiso ¿el amor dejaría de existir? ¿la relación estaría condenada al fracaso?

Relaciones abiertas. Una respuesta a la incertidumbre de los felices para siempre o una tendencia de tik tok para acabar con la infidelidad. Se habla mucho de que el ser humano no nació para ser fiel, ese discurso lo dictan hombres y mujeres a diestra y siniestra, muchos como un motivo ambiguo de resaltar la libertad como premisa en las relaciones y la poca estabilidad que tienen para elegir, sin embargo, también se puede amar y escoger a otras personas, y eso, no es del todo descabellado.

Retrocedamos un poco. En algunas tribus indígenas era permitido relacionarse sexualmente con otras personas fuera del matrimonio, siempre y cuando se respetaran ciertos códigos y normas. Los 60 y 70, años de la onda hippie, la revolución y el All You Need Is Love de los Beatles que le permitió al mundo entender un entorno social basado en el amor, la libertad y claro otras cosas que nos mostraron que podemos tener varias direcciones y experiencias que sirven para construir.

No digo que sea lo más asequible a todas las parejas, no a todos les gusta la flexibilidad y eso es un hecho, pero una relación abierta no solo se trata de tener sexo a lo loco, se trata de confianza, comunicación y las expectativas de cada pareja, se puede ver como una manera de fortalecer el vínculo, hacerlo más fuerte desafiando todas las normas sociales, en pocas palabras, es sacarle el dedo del medio a la sociedad y su amor romántico.

El resultado de una relación abierta se compone de numerosos factores como la comunicación entre más asertiva mejor, cuando hablamos abiertamente y nos desnudamos con las palabras sobre lo que nos gusta y lo que no, llegamos a la confianza que se liga a los valores y las expectativas de cada pareja.

Aunque piensen que es pura libertad sin remordimientos estas dinámicas pasan por desafíos que penden de un hilo como: los celos que dan paso a las inseguridades, el impacto en la autoestima y la dificultad para establecer límites. Son cada vez más las parejas que eligen experimentar con las dinámicas de una relación abierta, dicen que entre la rareza está el placer y puede decir que de cierta manera el abrir una relación puede ser más que una experiencia, puede ser una terapia, pero para que esta funcione se requiere de un alto nivel de comunicación, confianza y madurez emocional, para ello, los involucrados deben estar de acuerdo y comprometidos con este tipo de experiencias.

¿Y tú te atreverías a estar en una relación abierta?