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¿Que tal si hablamos de la estimulacion masculina?

Por: Sofía Triviño 

El deseo…Mucho se habla del tema y del contexto social de este. Todos lo experimentamos, hombres y mujeres recorren las calles con un detalle común, el deseo y la busca de ser deseados, es una dualidad que nos atañe a todos como humanos, medimos la magnitud e inclusive la energía con la que deseamos al otro y el otro nos desea, tanto que nos preocupa su reciprocidad o pérdida, gran parte de su intensidad radica en la química y la otra parte es la motivación, hasta aquí, hablamos del impulso que sentimos cuando hay ese encuentro.

El deseo no es un preludio, es la base perfecta para que se desarrolle o encamine el vigor en el que dos amantes se encuentran enrollados en sábanas con sonrisas de éxtasis y gotas de sudor. 

 

Aunque no siempre este termina en un encuentro pasional, si es el puente entre una construcción que establece muchas de las relaciones que encontramos en cada esquina, el ideal básico de cualquier ser humano es mantenerlo, pero, una existe una diferencia entre mantener y acrecentar, es todo un trasfondo que hace que se despierte y encienda de maneras que la química sólo puede explicar. 

 

Es por eso, que al hablar de deseo hablamos de una respuesta química y neurotransmisora que se conecta con nuestros sentidos. La frase de hay vida más allá de los genitales es totalmente cierta; pensamos que al hablar de intimidad involucramos la acción precisa, que no es un desacierto total, pero en su mayoría hace que el trabajo quede a medias y que las interpretaciones no sean del todo leídas. 

 

Pongamoslo de la siguiente manera, el cuerpo humano es un mapa lleno de terminaciones nerviosas interconectadas por un sistema que regula el calor de nuestro cuerpo, el ritmo al que va nuestra sangre, la liberación de feromonas y energía que se derivan en cambios físicos que acrecientan el placer. Es en toda esa dinámica que encontramos maneras y formas de incrementar otras técnicas para que la intimidad sea variada.

 

Cuántas veces hemos escuchado que los hombres llegan a la excitación de una manera más rápida que las mujeres, que el deseo en ellos está predeterminado por su predecibilidad, y no es que sean tan sencillos como aparentan, en ciertas ocasiones los papeles se invierten, recordemos que la estimulación es igual de diversa al comportamiento humano, todo nace de una respuesta conectada por el deseo.

 

Lo primero a tener en cuenta es conocer cómo funciona la estimulación en los hombres y eso te ayudará a excitar a tu pareja y conseguir una experiencia fluida. Recuerden buscamos fluidez, versatilidad, mejor dicho, en la variedad está el placer, en eso nos vamos a enfocar. Es importante tener en cuenta que la respuesta sexual humana es un proceso cíclico que comienza con el deseo, seguido de la excitación para concluir con el orgasmo y lo que conocemos como periodo refractario. Entender que el funcionamiento y la respuesta sexual es diferente permite que tengas más creatividad y sobre todo ayuda a que la química se transforme, somos seres que se transforman y eso aplica también para la sexualidad. 

 

Han oído hablar que los hombres son más visuales que las mujeres, pues es cierto, la explicación es la testosterona, entonces, sabiendo eso, vamos con estimulación visual y física, esto activara todas las regiones del cerebro que harán que existan cambios físicos como:aumento del ritmo cardiaco, presión arterial y respiración, las caricias en zonas como el pecho, acompañada de susurros en el oído y besos en el cuello hacen que el aumente el deseo y la excitación, dos puntos a favor. 

 

Ahora que ya tenemos la atención y el momento está en su punto, prolongamos la excitación generando expectativa, ¿cómo? con nuestras manos, nuestras palabras y muy importante nunca romper el contacto físico y visual, esto genera cercanía y hace que la dinámica aumente. Recorre el cuerpo, no vayas directo, el placer incluye la piel y vaya que esta es extensa, el arte de la seducción no es solo hacer un oral, es incluir el factor sorpresa y brindar versatilidad en la intimidad, esto hace que el contacto sea más intenso y hace de la estimulación algo diferente, es ver el placer en dos direcciones. La sexualidad va mucho más allá del coito, solo tienes que abrirte a nuevas posibilidades y experimentar.