La ausencia de educación sexual hace que se mantengan y se creen mitos, ¡estereotipos y que se creen tabúes en la sexualidad que dificultan que nos relacionemos de manera natural, positiva y saludable!
La sexualidad no solo comprende la relación sexual como se nos ha explicado clásicamente de hombre y mujer que practican el coito, si no que la sexualidad es todo un proceso con una carga erótica que puede llevar a que se produzca o no un coito.
Algunos de los tabúes en la sexualidad más comunes son:
El sexo oral: Esto quiere decir que debemos hablar de sexo de las cosas que nos gustan y de lo que no, de cómo hacerlo, de qué nos preocupa o de qué nos da miedo. De hablar sobre juguetes sexuales, etc…
Sexualidad femenina: Es todavía un tema sensible del que apenas se habla, por lo que no se enseña a la mujer a que tenga placer, o a que viva su placer con naturalidad, y ésto se debe en gran medida a que hablamos de sexo desde el placer masculino, y no desde el placer de las dos partes.
Parafilias: En ocasiones se ha condenado algunas prácticas sexuales que parecen extrañas considerándolas como casi enfermedades, como el bondage o el sadomasoquismo, o incluso el hecho de vivir tu propia sexualidad con libertad simplemente por el hecho de querer y permitirte disfrutar.
Todas las conductas sexuales pueden ser lícitas siempre que sea libremente consensuado y negociado por ambas partes, y que éstas se encuentren en plenas facultades en la toma de decisiones.
¿Qué significa bondage?
Se trata de un término francés que se traduce en castellano como ‘esclavitud’ o ‘cautiverio’. De ahí que las ataduras -por medio de cuerdas, esposas, corbatas, cinturones, lazos, tengan un papel relevante en su práctica. El bondage aplicado al sexo fue durante mucho tiempo un tema tabú y se enmarca dentro del BDSM, unas siglas que engloban las siguientes prácticas: Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo.
Consejos de seguridad antes de practicar BDSM
- No ates muy fuerte las cuerdas o las esposas.
- Nada de atar el cuello esa parte es muy delicada.
- Ten unas tijeras a mano o algo con que cortar la cuerda por si la persona que está atada se agobia y quiere parar.
- Ten una palabra clave y corta para parar el juego. Es decir, si la persona dice “rojo”, por ejemplo, el juego se para ¡DE INMEDIATO!
- No realices suspensiones si no tienes experiencia.
- Vigila el tiempo que la persona está atada en una misma postura para evitar lesiones